7 may 2012

Indecisa.


 Estar en el medio de algo, de lo que sea, nos obliga a realizar unos riesgos mucho más profundos que si nos encontramos en los extremos o en los límites de esa misma cosa o situación. Si te encuentras en la disyuntiva entre retroceder o acelerar a tope y meter quinta, la situación está más que clara: no hay opciones. O aciertas, o fallas. Aunque todo está por averiguar. O al menos, si es que las hay, la gran guerra se disputa entre A o B, entre 1 o 2, entre blanco o negro. Ahora, hay que reconocer que si dudas entre dar marcha atrás, meter primera, segunda, tercera o incluso llegar a frenar, detenerte y estacionar... En fin, no sé, sólo nos complica aún más la posibilidad de decidir.

 Nunca tuve una buena relación con las grandes decisiones, con el "Blanco y Negro", supongo que será porque en mi vida los grises temporalmente no existían para mí. Pero poco a poco los fui incorporando, pero ufff, ¡me costó la vida! Años y años de cometer errores sin parar hasta llegar al punto de querer tirar la toalla, de rendirme y dejarlo todo atrás... He tenido que encontrar y perder, arrepentirme y quedarme con la boca cerradísima porque no podía hacer otra cosa más que eso, sólo porque así sería mejor. Esa era mi única opción en ese momento. Las decisiones me llevaron a perder a una de las personas que más quería a la que también le pasaba lo mismo que a mi, simplemente por ese odio tan profundo a los "grises aburridos".Y así, con el tiempo y el aprendizaje fui conociendo a mucha gente a la que le gustaban esos populares grises. Personas más positivas que me inspiraron, que me hicieron ver otra parte de la vida. Comparable con una manera de dejar que todo "sea lo que tenga que ser, pero yo voy a disfrutar de mi vida".

 Me tragué los grises para no irme a los extremos pero les sigo encontrando ese sabor a carencia de destino. Estoy ahí pero, ¿qué hago? No tengo ni idea. "O es blanco o es negro". "Es 1 o es 2". "Es A o es B". 

Conclusión: Estar en el medio y equilibrar la cuerda me cuesta. Me cuesta mucho.

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